Artículo de opinión
Por: Melissa De La Hoz Pimienta
Como estudiante de una universidad privada se escuchan varios comentarios frente a los problemas de las universidades públicas. Expresiones como: “esos revolucionarios”, “guerrilleros”, “sólo saben tirar piedras”, “que se callen todos esos izquierdistas”, en fin. Son muy comunes cuando las protestas típicas de estas universidades se hacen presentes en las vías principales del país, ya que más de uno ha llegado tarde a clase por culpa de tales manifestaciones y creo que a nadie le gusta esperar en un transporte público más de media hora como mínimo para poder llegar a la “u” o a cualquier sitio que se desee, o también esperar horas eternas en tu carro hasta que los ‘revoltosos de la nacho’ se cansen de protestar. Éstos y más problemas son los que tienen que pasar muchos estudiantes de la “Ponti”, de los Andes, del Rosario, entre demás universidades privadas de nuestro país.
Cada vez que éstos salen a la calle, la pregunta más frecuente es: “¿y ahora, por qué pelean los estudiantes?” Recientemente los rectores de las universidades públicas del país se reunieron para pedir al gobierno un aumento de 60.000 millones de pesos en el presupuesto que la nación les destina, sin el cual para el año 2011 no podrán cubrir sus gastos de funcionamiento. La grave situación presupuestal de las universidades públicas ha motivado a los estudiantes, profesores y hasta las directivas de ellas a movilizarse de distintas maneras para visibilizar el problema y exigir a la nación financiar adecuadamente la educación pública superior.
Mi pregunta es: ¿Cuántos de los estudiantes de las universidades privadas estaban al tanto de esta situación? La pregunta que queda ahora para resolver es “¿qué hicieron con la plata?”, pues bien, mientras que las universidades crecen cada año (como debe ser), se les ha obligado a tratar de subsanar el déficit subiendo matrículas y vendiendo servicios (cursos libres, proyectos de investigación para empresas etc.). Como era de esperarse, después de 16 años de desfinanciación, las universidades públicas se encuentran al borde del abismo. Y para completar, el Estado quiere cargar a las universidades una parte del pasivo pensional, responsabilidad que siempre había costeado al primero y que siendo una carga tan grande, sin duda llevará a las universidades a la quiebra, tal y como sucedió con la Universidad del Atlántico.
Es importante, como personas que pertenecemos a un país, estar informados de las problemáticas. Efectivamente que un estudiante de la universidad pública proteste, porque le quieran privatizar su universidad es un problema de todos, puesto que son nuestros hermanos. La riqueza más grande de una nación es el conocimiento y la educación es la única vía para que Colombia supere sus problemas de violencia, de pobreza y de desigualdad. Un país que invierte desmesuradamente en la guerra y le duele apoyar la educación, como el nuestro, no demuestra empeño en encontrar la salida a sus problemas. La universidad pública y, en especial, la Universidad Nacional de Colombia es un tesoro de todos los colombianos y es nuestro deber defenderla. Si las universidades públicas entran en quiebra, subirán las matrículas y se empezaran a cerrar programas académicos, miles de personas no podrán tener educación. El problema es de todos.
Cada vez que éstos salen a la calle, la pregunta más frecuente es: “¿y ahora, por qué pelean los estudiantes?” Recientemente los rectores de las universidades públicas del país se reunieron para pedir al gobierno un aumento de 60.000 millones de pesos en el presupuesto que la nación les destina, sin el cual para el año 2011 no podrán cubrir sus gastos de funcionamiento. La grave situación presupuestal de las universidades públicas ha motivado a los estudiantes, profesores y hasta las directivas de ellas a movilizarse de distintas maneras para visibilizar el problema y exigir a la nación financiar adecuadamente la educación pública superior.
Mi pregunta es: ¿Cuántos de los estudiantes de las universidades privadas estaban al tanto de esta situación? La pregunta que queda ahora para resolver es “¿qué hicieron con la plata?”, pues bien, mientras que las universidades crecen cada año (como debe ser), se les ha obligado a tratar de subsanar el déficit subiendo matrículas y vendiendo servicios (cursos libres, proyectos de investigación para empresas etc.). Como era de esperarse, después de 16 años de desfinanciación, las universidades públicas se encuentran al borde del abismo. Y para completar, el Estado quiere cargar a las universidades una parte del pasivo pensional, responsabilidad que siempre había costeado al primero y que siendo una carga tan grande, sin duda llevará a las universidades a la quiebra, tal y como sucedió con la Universidad del Atlántico.
Es importante, como personas que pertenecemos a un país, estar informados de las problemáticas. Efectivamente que un estudiante de la universidad pública proteste, porque le quieran privatizar su universidad es un problema de todos, puesto que son nuestros hermanos. La riqueza más grande de una nación es el conocimiento y la educación es la única vía para que Colombia supere sus problemas de violencia, de pobreza y de desigualdad. Un país que invierte desmesuradamente en la guerra y le duele apoyar la educación, como el nuestro, no demuestra empeño en encontrar la salida a sus problemas. La universidad pública y, en especial, la Universidad Nacional de Colombia es un tesoro de todos los colombianos y es nuestro deber defenderla. Si las universidades públicas entran en quiebra, subirán las matrículas y se empezaran a cerrar programas académicos, miles de personas no podrán tener educación. El problema es de todos.
las universidades públicas no son las únicas que se van al traste, sino los jóvenes y estudiantes de universidades privadas que se interesan por cosas como "el futuro de nuestro país"... algo más agobiante que ver a los futuros investigadores, doctores, cineastas, y veterinarios de este país quedarse sin estudio, es ver la ignorancia, la apatía y la indiferencia disfrazadas de rumba, sexo, drogas, alcohol; disfraces que utilizamos los jóvenes "privados" muy a menudo para alejarnos de realidades que comprometen el futuro de una nación sin memoria.el panorama es oscuro... pero genete como los realizadores de esta página, son una pequeña luz en medio de tanta "mierda" (que coloquial, ahí perdonarán).
ResponderEliminarEl principio de igualdad prima sobre todo el mar de clases sociales, en mi caso soy egresado de la Nacho (Sede Manizales) como comúnmente la llaman y puedo decir con conocimiento de causa que una de las grandes falencias no es que el gobierno se tire la plata en bala, aclaro tampoco la menos importante, es mas bien ese egoísmo social el que nos hace tener una apatía miope frente a la realidad de la educación superior en Colombia, digo miope por que es claro que las universidades privadas, pero sobre todo sus estudiantes solo ven lo que que ellos quieren ver, y no creo que sea por falta de comunicación, es mas bien por falta de interés, debido a que estos problemas según ellos no los "toca", grave error, nos toca a todos por igual, javerianos, andes, del bosque Eafit, Nacional, Univalle, Udenar, etc, ¿saben por que ?, por el hecho de ser colombianos y hacer parte del poquito porcentaje de Colombianos con acceso a educacion Superior, ¿les parece poco?.
ResponderEliminarEn fin la cuestión principal es que entre todos hagamos que ese pequeño porcentaje crezca , es mas, sea el primer indicador de la competitividad del país,que el hecho de ser pobre, rico, negro, blanco , mestizo no sea una barrera, ¿pero como se logra esto?, lo primero es dejar a un lado el egoísmo social,esto implica apoyar a las universidades publicas, no tirando piedra ni mucho menos (hay vías mas efectivas y menos violentas estoy seguro),Informar dentro de las U privadas los problemas actuales de la Educacion Superior, realizar conversatorios, plantear proyectos, es decir como jovenes tenemos varias herramientas y mas ahora con la tecnologia que nos favorece.
Pero primero respetemonos, apoyémonos,entendamos que hacemos parte de una sola Región no de 32 como la mayoría cree, dejemos a un lado los regionalismos y trabajemos en equipo ahí esta la Salida. les escribe un Colombiano mas que se siente orgulloso de Serlo y esta trabajando por la transformación del país.